La marcha sobre Udine
La reacción de Berlusconi contra la sentencia del Supremo que permitía la suspensión de la alimentación a una persona que se encuentra en coma irreversible desde hace años, esto es adoptar un decreto-ley para impedir que se cumpla la sentencia, es sin duda el tiro de gracia a un régimen renqueante pero, hasta anteayer, democrático.
Sin entrar en las consideraciones morales o jurídicas que pudieran caber en un caso como éste, legislar a posteriori contra una sentencia judicial supone no sólo ciscarse en la separación de poderes, sino tirar de la cadena y dejar que el Estado de Derecho se vaya a las alcantarillas.
Las camisas negras hoy, eso sí, vienen directamente de la Galleria Vittorio Emmanuele.
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