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conocimiento inútil

peticiones del oyente

peticiones del oyente Pues nada, que aunque no tengo tiempo de nada, entre teléfono, messenger, esemeses y otras cosas, pues hoy la buena de Pétalo me dice que qué pasa y yo, que tengo menos personalidad que el congreso de un partido político, me pongo a escribir.

Y es que sigo colgadísimo, qué te voy a decir. Y, después del viaje a que me referí en mi última aparición en sus pantallas, la cosa ha ido hacia adelante, o hacia arriba... o en ambos sentidos.

El último finde de junio, la susodicha me se plantó en esta ciudad donde vivo. Afortunadamente, me dio tiempo a tener una casa presentable. Y aquí estuvimos, queriéndonos y eso. Y el 1 de julio, como buen turista, me subí a un avión y me fui para las atenas, donde ella me esperaba en el aeropuerto 77 para tomarnos unas vacaciones juntos. A la mañana siguiente, un barco nos llevó a la isla de Milos, donde la Afrodita de Milos.

Milos es una isla que no está demasiado arruinada por el turismo, y donde todavía se pueden encontrar playas prácticamente desiertas (no voy a decir nombres, que luego vas), donde pasamos unos días fantásticos, llenos de amor y esas cosas, y de un sitio a otro. Allí, entre otras cosas, viví la locura que para esta gente fue ganar la eurocopa dels collons... yo, que no veía un partido de balompié desde ni se sabe (creo que el portero del Atleti era un tal Iríbar) me lo pasé como un enano viendo la fauna del lugar. Y, desde luego, la isla no durmió en toda la noche.

Luego pasamos tres días en el Pireo, donde vive la señora, que tenía que trabajar unos días, así que mientras tanto yo me paseaba por allí como un señor, o me iba a Atenas a ver unas cosas y otras, y el jueves por la noche nos cogimos un barco, y rumbo a Creta que nos fuimos.

Creta es mucho más turística, una especie de Salou a principios de los ochenta, pero si te alejas de las grandes ciudades (en este caso Chania, que se pronuncia algo asi como Jañá) puedes encontrar algunas que están poco congestionadas y muy bien. El caso es que íbamos a una boda, y fue mi primera boda griega, aunque la subespecie cretense parece ser muy específica, aunque en ésta no hubo disparos al aire cuando entraban los novios, que parece ser una costumbre muy del lugar. Pero se comió, se bebió y se bailó hasta que decidimos que ya valía.

En fin, que he vuelto bronceado (menos mal, porque el palo de oír al sobrecargo anunciar los 15 gradetes de temperatura en A'dam fue de impresión), contento (contentísimo, y cada día más) y con ganas de repetir.

Igual cuento más cosas otro rato. Ya veremos, que ahora estoy cansadete. Besos y achuchones.

1 comentario

petalo -

jo que guay!!! yo estaba pensando que el proximo año mis vacaciones tienen que ser forzosamente o italia o grecia.. tiene que ser precioso.. Que chachi! y con tanto amor y tanto roce pues aun tiene que ser mejor! gracias por la crónica guapo!!;) un besazo