otra vez sobre hideputas

Durante todo el día, no puedo hacer otra cosa que pensar en la barbaridad de esta mañana. Las últimas cifras que he escuchado son 180 muertos y 800 heridos. Las preguntas se agolpan en mi cabeza, y sé que no tienen respuesta, pero cómo podemos evitarlo...

Veo algunos mensajes que no pueden contener la ira, el odio. Y cómo podemos decirles que no podemos ser igual que ellos, que tenemos que demostrar que somos mejores.

Otros se han ido por el lado nacionalista centrípeto. Ha sido el caso de nuestro Presidente del Gobierno, que ha cometido la torpeza de decir, en su declaración institucional, que "han matado a muchas personas por el mero hecho de ser españoles". Uno de sus corifeos, desde su columna en Libertad Digital, abunda en esta idea.

Dios, cuándo se darán cuenta de que la nacionalidad no tiene nada que ver, y menos cuando se trata de la muerte, y de que lo que une a todas las personas que han muerto o resultado heridas es que se han encontrado con una guerra que no es la suya, ni la de ninguno de nosotros, sino sólo de un grupo de dementes que han encontrado su modo de vida en el asesinato, el reclutamiento de juventud marginal, la extorsión sistemática... y el apoyo de una pequeña parte de la población civil, cada vez menor.